Entre 1913 y 1919 el pintor Joaquín Sorolla se dedicó a pintar la que él mismo denominó como la “obra de su vida”. Durante sus últimos años en activo, el artista representó distintas regiones españolas en un total de catorce paneles de gran tamaño. Los cuadros eran un encargo del hispanista norteamericano Archer M. Huntington, que quería decorar con ellos la biblioteca de la Hispanic Society, estancia que acabó convirtiéndose en la Sala Sorolla y que se inauguró en 1926, tres años después de la muerte del pintor. Por primera vez desde entonces, los lienzos salen de su emplazamiento en Nueva York para llegar a España, donde se han expuesto en Valencia, Sevilla, Málaga y Bilbao. Hace un mes la muestra se inauguró en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, donde permanecerá hasta el próximo tres de mayo.
Los catorce grandes paneles que integran La visión de España reflejan escenas costumbristas de distintas regiones de nuestro país, aunque no de forma igualitaria. A Extremadura, Cataluña, Galicia, Aragón, Navarra y País Vasco se les dedica un lienzo, Andalucía está representada en cinco paneles, Valencia, en dos, Castilla en uno mucho mayor que cualquier otro – tiene casi catorce metros de largo – y las regiones de Asturias, Cantabria, La Rioja y Murcia, así como las islas Canarias y las Baleares no aparecen en ninguno.
Sorolla organizó los lienzos de forma sumatoria, yuxtapuesta, de manera que entre todos conformaran una unidad, una sola obra que representara las distintas partes de España. Cada una de las partes que integran esa unidad tiene, sin embargo, entidad propia y debe contemplarse de forma independiente de las demás. Cada una tiene su propia personalidad y entre ellas se establecen una serie de contrastes y diferencias. Por ejemplo, el panel del País Vasco, con el cielo nuboso, se contrapone con el de Elche, donde el sol tiene un gran protagonismo. Y la frescura con la que se vende el pescado en Cataluña, bajo la sombra de los árboles a la orilla del mar es totalmente opuesta a la violenta laboriosidad que transmite el panel de Ayamonte, en la que se observa la matanza de grandes peces bajo un sol abrasador.
Los catorce grandes paneles que integran La visión de España reflejan escenas costumbristas de distintas regiones de nuestro país, aunque no de forma igualitaria. A Extremadura, Cataluña, Galicia, Aragón, Navarra y País Vasco se les dedica un lienzo, Andalucía está representada en cinco paneles, Valencia, en dos, Castilla en uno mucho mayor que cualquier otro – tiene casi catorce metros de largo – y las regiones de Asturias, Cantabria, La Rioja y Murcia, así como las islas Canarias y las Baleares no aparecen en ninguno.
Sorolla organizó los lienzos de forma sumatoria, yuxtapuesta, de manera que entre todos conformaran una unidad, una sola obra que representara las distintas partes de España. Cada una de las partes que integran esa unidad tiene, sin embargo, entidad propia y debe contemplarse de forma independiente de las demás. Cada una tiene su propia personalidad y entre ellas se establecen una serie de contrastes y diferencias. Por ejemplo, el panel del País Vasco, con el cielo nuboso, se contrapone con el de Elche, donde el sol tiene un gran protagonismo. Y la frescura con la que se vende el pescado en Cataluña, bajo la sombra de los árboles a la orilla del mar es totalmente opuesta a la violenta laboriosidad que transmite el panel de Ayamonte, en la que se observa la matanza de grandes peces bajo un sol abrasador.
Tres visitantes en el MNAC contemplan Castilla. La fiesta del pan, el mayor de todos los paneles de la exposición (351’5×1393’5 cm)
Además de la exposición La visión de España, el MNAC ofrece una complementaria, la del proceso creativo de la obra. En ella pueden contemplarse los distintos esbozos, pruebas y dibujos de los que partió Sorolla para pintar la versión definitiva de los cuadros. Esta segunda muestra pone de manifiesto el complejo proceso de elaboración que supuso para el pintor una obra de tanta magnitud, considerada como una de las empresas más singulares y emblemáticas de la historia de la pintura española.
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